miércoles, 6 de mayo de 2015

Pruebas a favor del creacionismo

Existen muchas evidencias en contra de la evolución biológica. Algunas de las pruebas que Darwin utilizó para apoyar esta teoría están siendo refutadas ahora, debido a evidencias científicas más modernas. Un hecho es que las partes del cuerpo, no pudieron haber evolucionado gradualmente. Michael Behe descubrió que las células son irreduciblemente complejas. Necesitan todas las sustancias químicas y partes para funcionar. Por lo tanto, no pudieron haber evolucionado de forma gradual.

Ahora dejando de lado el hecho de que existan pruebas en contra del evolucionismo, pasaremos a estudiar las que están a favor del creacionismo. Como ya hemos dicho cuando hemos hablado de nuestra postura, es más difícil demostrarlo ya que no hay pruebas científicas que lo hagan, pero todo es cuestión de creer, si piensas que Dios fue quien creó el mundo, también fue y es quien crea las nuevas especies.
La teoría del Big Bang es la actual explicación científica de nuestros orígenes. Coloca al origen de nuestro universo en un momento específico en el pasado. Entonces, ya sea que creamos en la ciencia, en la creación, o en ambas, creemos que vinimos de la nada en un determinado momento en el pasado. La diferencia es que el Big Bang establece que todo fue creado de la nada sin causa o propósito. 
Por el contrario, si creemos en la creación, creemos que todo vino de la nada por la voluntad de un creador omnipotente que no está limitado por el tiempo y el espacio, y que fuimos creados por un propósito.
Sin embargo, la mejor evidencia a favor del creacionismo es la afirmación de Dios mismo de que Él creó la luz, el universo, la Tierra y toda la vida. Sólo tenemos que aceptar la historia más documentada y examinar la evidencia sobre quién fue Jesús. Nuestro calendario se basa en el nacimiento de Jesús. ¿Cómo de histórico es eso?
En "Mero Cristianismo", C.S. Lewis trata las posibilidades de quién pudo haber sido Jesús. Concluye que no pudo haber sido sólo un gran maestro moral. Tuvo que ser el Hijo de Dios, un loco o el Diablo. Ciertamente no fue un loco, ni el Diablo, así que tuvo que ser el Hijo de Dios. Si es el Hijo de Dios, y dijo que Dios creó todo, entonces esta es la mejor evidencia directa a favor del creacionismo. 


Postura creacionista

La teoría creacionista o fijista intenta explicar el origen de todo en la voluntad de Dios. Es contraria a la teoría evolutiva, ya que considera que animales, humanos y plantas siempre fueron de la misma forma, negando posibles cambios evolutivos. Es decir, esta teoría afirma que el mundo tal y como lo conocemos hoy fue creado a partir de un ser divino, llamado Dios. 

Como ya sabéis, somos 5 personas quienes escribimos en este blog y por tanto, mayores o menores, siempre se encuentran diferencias en nuestras creencias o en nuestras opiniones. Anteriormente, han mostrado su opinión 3 personas del grupo, decantándose por la postura evolucionista; dando argumentos y hemos expuesto luego pruebas que refuerzan más aun -y con mayor propiedad- lo que ya habían comentado.
Ahora, toca dejar paso a la postura creacionista. Dos miembros del blog estamos a favor de que las especies actuales han sido creadas y no son fruto de un conjunto de modificaciones de una especie que han hecho que se formen otras diferentes. 
Resulta más complicado tratar de explicar nuestro punto de vista porque no tenemos pruebas científicas que estén de este lado, es, por decirlo de alguna manera, una cuestión de creencias.
También nos hemos apoyado en que el universo tiene que tener un inicio, tiene que haber algo que sea el principio de todo, bien sea materia o energía y ese "algo" tiene que haber salido de algún sitio. Las primeras plantas, los primeros animales y todo ser vivo tiene que haber surgido a partir de algo -en nuestro caso, Dios-.
Si bien dicen que todos provenimos de una célula común, ¿de dónde surgió esa célula? Creer en la teoría evolucionista es confiar demasiado en las casualidades y en la selección natural. Y si tienes Fe en Dios, si crees su existencia, aun resulta más difícil entender todas estas cosas.
Somos conscientes los dos de que hay muchísimas pruebas que están a favor del evolucionismo, pero ninguna nos convence lo suficiente como para cambiar nuestra forma de pensar. No obstante, respetamos todas las posturas, sobre todo cuando estas están bien argumentadas como ha sido el caso de nuestras compañeras.
 

Pruebas a favor de la evolución

Anteriormente hemos definido lo que conocemos como evolución y dado la opinión de la parte del grupo que está a favor de ella; ahora, nos basamos en pruebas que demuestran que todo apunta a que la evolución es la única causa razonable de que los seres hayan ido cambiando hasta llegar a los que hay ahora; de que hayan ido adaptándose al medio y, así, formando nuevas especies. Es muy difícil observar directamente cómo actúa la evolución, puesto que actúa muy lentamente.
 
Estos hechos conocidos como pruebas de la evolución se dividen en:
 
 
Pruebas taxonómicas:
 
Los seres vivos se pueden clasificar en grupos según sus parecidos. Cada especie se agrupa con otras parecidas en grupos, mientras que estos se unen con otros, siendo los grupos cada vez más grandes hasta llegar al reino. Se puede observar que unas especies se relacionan con otras, como si guardaran entre sí un parentesco y compartieran antepasados.
 
 
 
 
Pruebas biogeográficas:
 

La fauna y la flora de dos lugares son más parecidas cuanto más cerca estén. Si todas las especies se hubieran creado de forma aislada, esto no tendría por qué cumplirse. Sin embargo, este hecho demuestra que las especies están relacionadas unas con otras. Al haber condiciones climáticas, etc. diferentes en cada zona, los diversos grupos se adaptan a ellos y con el paso del tiempo, evolucionan a especies diferentes.
 
 
 
 

Pruebas paleontológicas:
 

El estudio de los fósiles demuestra que los seres vivos han ido cambiando y que unas especies han sido sustituidas por otras. No obstante, es difícil encontrar una cadena de fósiles que expliquen perfectamente el proceso evolutivo hasta una especie actual, ya que el registro fósil no es perfecto.
 
 
 
 
 
 
 
Pruebas embriológicas:
 
El desarrollo embrionario de los animales es muy parecido en las primeras fases. Dicho parecido es mayor cuanto más próximos son los animales.
 
 
 
 
 
 
Pruebas anatómicas:
 
La existencia de órganos análogos y homólogos constituyen otra prueba.
  • Órganos homólogos: Misma estructura interna, pero su forma externa y función son diferentes. Por ejemplo, el brazo humano y la aleta de un delfín.
  • Órganos análogos: Poseen misma función, pero diferente estructura interna. Es el caso de el ala de una mariposa y la de un ave.
 
 
Pruebas bioquímicas:
 
 
Las moléculas de dos organismos presentan más coincidencias cuanto más parecidos son estos. Las que se suelen estudiar son las proteínas y el ADN. Gracias a ellas se han podido confeccionar árboles filogenéticos.
 
 
 
  


Así pues, objetivamente hablando y dejando de lado las creencias que tenemos cada miembro del grupo, podemos concluir con que la teoría de la evolución -sea cierta o no- tiene gran cantidad de pruebas que la apoyan y que apuntan a que es cierta.
 

Postura evolucionista

El evolucionismo es una teoría biológica que sostiene que todos los seres vivos actuales provienen, por evolución y a través de cambios sucedidos a lo largo de los tiempos geológicos, de antecesores comunes.

En nuestro grupo, al ser cinco, no todos tenemos la misma forma de pensar. Esta postura, la evolucionista o darwinista, somos tres de cinco los que la apoyamos.
Nosotras no creemos que exista un ser divino que haya creado la especie humana, tal y como dice el creacionismo, nos parece que es más lógico que la raza humana sea la evolución de una especie ya existente, como lo son los primates.
Por otra parte, pensamos que el creacionismo no reúne las pruebas suficientes para afirmar la teoría que defiende. Por ejemplo, algunos creacionistas creen que una especie podría extinguirse solo si ese ser divino, también llamado Dios en la religión católica, lo permite pero no podría evolucionar nunca.

 

Evolucionismo VS Creacionismo

¿Puede sostenerse el creacionismo en el siglo XXI? ¿Existen pruebas científicas que avalen el evolucionismo? Cuestiones como esta aún siguen siendo planteadas en la actualidad, ¿pero qué dice la investigación?

El año 1859, cuando Darwin publicó El origen de las especies, supuso el inicio de las críticas y sátiras sobre su figura. Pocos creían que los humanos hubieran evolucionado de los primates. Por fortuna las evidencias científicas han podido respaldar con pruebas las teorías de Darwin. El evolucionismo es aceptado por la comunidad científica, aunque haya una parte de la sociedad que se mantenga escéptica respecto a estas ideas.

El debate entre evolución y creacionismo no ha sido frenado desde entonces.

En España el evolucionismo es aceptado, no solo en la comunidad científica, también en el sistema educativo, ya que es importante dejarse llevar por hipótesis al azar que no se sustenten en evidencias.


 

Evolución humana

La evolución humana u hominización es el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de este proceso requiere un análisis en relación con varias disciplinas científicas en el que se aúnen conocimientos de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la geocronología, la arqueología y la lingüística.
El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros hominidos, como Ardipihecus, Australopithecus, etc. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace 5 a 7 millones de años. A partir de esta separación, la raíz humana siguió ramificándose, originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción del Homo sapiens.
Las semejanzas morfológicas, bioquímicas y genéticas sitúan al ser humano en el orden de los primates de la clase mamíferos. Dentro de los primates, son el chimpancé, el gorila y el orangután sus parientes más cercanos. Los datos de comparación de secuencias muestran que hay una similitud del 98.5% entre el DNA humano con el del chimpancé. Esta semejanza es mayor que la que hay entre chimpancé y gorila o entre gorila y nosotros mismos, por lo que el chimpancé y el humano compartimos un antecesor común más reciente que ambos con el gorila. Esta cercanía, que se ha producido en 5 millones de años, es mucho mayor de lo que se había producido sólo con dato morfológicos, y muestra la capacidad de los datos de DNA para desvelar relaciones de parentesco. En la evolución humana existen dos grandes adquisiciones, la marcha bípeda, es decir, caminar erguidos y con los dos pies, y el desarrollo extraordinario del cerebro. El registro fósil nos muestra que la postura erguida se adelantó al desarrollo cerebral y que África es la cuna de la humanidad, dónde empezó todo.
El Australopithecus, de una antigüedad de 1.5 a 5 millones de años, es el primer mono antropoide, que se parece al ser humano en sus características externas. Su capacidad craneal era similar a la del chimpancé y a la del gorila actuales. El Homo habilis y el Homo erectus son las líneas que siguen cronológicamente hasta la llegada de nuestra especie, Homo sapiens, hace 100.000 años.


Enfermedades genéticas

ENFERMEDADES QUE SE TRANSMITEN DE PADRES A HIJOS


Las enfermedades de origen genético son todas aquellas que se heredan de los progenitores, aunque en ellos no se manifiesten. Dos de ellas son bien conocidas por estar ligadas al sexo: el daltonismo y la hemofilia. El número de enfermedades genéticas en la especie humana hoy en día supera las 3.500 y continuamente se desubren otras nuevas. La inmensa mayoría se heredan independientemente del sexo porque están codificadas por genes que se encuentran en los autosomas, no en los heterocromosomas. Sus formas de herencias son variables: no todas siguen las leyes mendelianas, dado que hay casos de ligamiento, poligenia...
Las anomalías genéticas varían en la gravedad. Algunas, como la polidactilia (qué consiste en tener más de cinco dedos) permiten llevar una vida totalmente normal. Otras en cambio son letales. No todas tienen tratamiento. La enfermedad puede expresarse en un lugar concreto, como ocurre con la polidactilia, o bien provocar un conjunto de anomalías distribuidas en todo el organismo lo que recibe el nombre de síndrome.
 
 
CAUSAS DE LAS ENFERMEDADES GENÉTICAS
 

Las causas de las enfermedades genéticas son variadas. Entre ellas, los genes defectuosos transmitidos de padres a hijos, las anomalías en el proceso reproductor que lleven a un reparto anómalo de los cromosomas, la activación por el ambiente de genes latentes capaces de originar una enfermedad, y la exposición del feto durante el embarazo a factores que causa el cambios (mutaciones) en los genes, como radiaciones o algunos productos químicos.
Las enfermedades genéticas suelen presentar una serie de síntomas claramente identificables, pero a veces es necesario confirmarlas mediante pruebas complementarias como el análisis del cariotipo (para detectar anomalías en los cromosomas como la repetición de alguno o la falta de trozos de otro), análisis químicos y biológicos de muestras de fluidos o estudios específicos con el ADN del individuo.
 
 
LUCHAR CONTRA LAS ENFERMEDADES HEREDITARIAS


No es fácil luchar contra las enfermedades genéticas, una vez que se han manifestado. Por tanto, es aconsejable la prevención mediante consejo genético o diagnóstico prenatal.
El consejo genético está basado en el estudio de las enfermedades genéticas en una familia y la forma en que se han distribuido a través de las distintas generaciones, para calcular las probabilidades que tiene una pareja de transmitir dicha enfermedad a su descendencia. Para el estudio de la familia se utilizan los árboles genealógicos y algunas pruebas genéticas.
El diagnóstico prenatal se realiza mediante diversas técnicas y su objetivo es detectar anomalías graves antes del nacimiento.